Y esa fue, la conversación más perturbadora que tuve en este año por Facebook.
Hola gente bonita y refinada, quiero compartir esta anécdota porque, todos fuimos amenazados de muerte (figurativamente) en algún momento, y justo cuando logras saltar ese obstáculo, te das cuenta de lo ridícula que era tu situación de muerte, y en ocasiones, es muy divertido recordarlo.
Estaba comiendo mi plato fuerte rutinario cuando un compañero de la universidad se sentó al lado mio. nos saludamos como de costumbre y bromeamos un par de veces a cerca de una apuesta que gané. Entonces él, recordó que cuando lo llamé de su salón justamente para cobrarle la apuesta, una graciosa niña linda me abrazó, lo cual fue una escena bastante burlona para mi compañero.
Mientras deglutaba mi ensalda, él preguntó más de una vez su nombre y yo sin pensarlo se lo dije, también le dije que su nombre me encantaba demasiado que incluso, nombré a mi PC de escritorio como ella. Inmediatamente, mi compañero comenzó a bromear sobre ella y yo, y terminó planteándose el objetivo de hacerme quedar mal con la chica, si no le proponía mis verdaderos sentimientos.
Para ser sincero, yo no sentía nada mas que amistad, de hecho ni le hablaba mucho, pero terminó metiéndose mucho en mi cabeza que, no podía dejar de pensar en ella.
Pasaron eventos rutinarios y normales, nada fuera de lo común, hasta que en otra guarnición que devoraba, mi compañero se me acercó, diciéndome las peores palabras de todo soltero fracasado "Ya conocí a ******, y le hablé unas cosas de ti". Me desesperé tanto que no dormí esa noche y no desayuné nada al día siguiente, realmente ni quería asistir a la escuela pero tenía clase de semiótica, y esa clase no la dejo pasar. <3
El punto es que la susodicha no tenía ni idea de lo que pasaba, y que mi amigo nunca le habló, solamente lo hizo para darse un buen espectáculo con mi desesperación, lo cual fue bastante gracioso justo ahora que lo recuerdo. Me había pasado la noche escribiendo diálogos de rescate, por si ella me preguntaba acerca de los hechos.
En fin, lo que aprendí esta vez fue que, no debes creer todo lo que te dicen las personas, puede traerte serias consecuencias si te fías de información maltratada.
Yo soy el Capitán Oz, y nos vemos hasta la ¡Próxima!
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